viernes, 10 de septiembre de 2010

SALMOS 137RAP

Otros beneficios: Atrae ayuda en momentos críticos
Propicia la expansión y el progreso material.
Libro fuente: “Salmos Curativos”
 Còmo sanarse con la palabra divina”

Salmos 137
Salmos 137
Biblia en Rima (BR)
Biblia en Lenguaje Sencillo (BLS)
Copyright © 2008
Copyright © 2000
by Genaro Alberto Gamarra Castro
by United Bible Societies
Salmos 137
Salmos 137
Una canción en tierra extraña
Una canción en tierra extraña
1 Cuando estábamos en Babilonia,
1 Cuando estábamos en Babilonia,
lejos de nuestro país de ceremonia,
lejos de nuestro país,
acostumbrábamos sentarnos con gloria
acostumbrábamos sentarnos
a la orilla de sus ríos cualquier hora.
a la orilla de sus ríos.
¡No podíamos contener el llanto
¡No podíamos contener el llanto
al acordarnos de Jerusalén!
al, de Jerusalén acordarnos!
2 En las ramas del arbolado
2 En las ramas de los árboles
que crece junto a esos ríos nuestras arpas colgamos.
que crecen junto a esos ríos
colgamos nuestras arpas.
3 Los mismos soldados
3 Los mismos soldados
que de Israel nos sacaron
que nos sacaron de Israel
y nos hacían que trabajáramos,
y nos hacían trabajar,
nos pedían que nos alegráramos;
nos pedían estar alegres;
¡querían oírnos cantar!
¡querían oír nuestros cantos!
¡Querían que les cantáramos
canciones de nuestro lugar santo!
canciones de nuestra tierra!
4 ¡Jamás cantaríamos  en tierra de extraños
4 ¡Jamás cantaríamos
alabanzas al Dios de nuestro rebaño.
en tierra de extranjeros
alabanzas a nuestro Dios!
5-6 ¡Jerusalén, Jerusalén! Si llegara yo a olvidarte,
5-6 ¡Jerusalén, Jerusalén!
¡mi mano derecha ha de secarse!
Si llegara yo a olvidarte,
¡Que me corten la lengua antes
¡que la mano derecha se me seque!
si por estar alegre dejo de pensarte!
¡Que me corten la lengua
si por estar alegre
dejo de pensar en ti!
7 El día que Jerusalén se derrumbaba,
7 El día que Jerusalén cayó,
los edomitas gritaban:
los edomitas gritaban:
"¡Acaben con la ciudad con sus murallas!
"¡Acaben con la ciudad!
¡ Acaben con la ciudad Que no quede de ella nada!"
¡Que no quede rastro de ella!"
Dios mío,
Dios mío, ¡recuerda esos gritos se que no olvidas!
¡no te olvides de esos gritos!
8 Un día, ciudad de Babilonia, ¡también serás destruida!
8 Un día, ciudad de Babilonia,
¡la gente que te pague con la moneda misma
¡también tú serás destruida!
Dios habrá de bendecirla!
¡Dios habrá de bendecir
a los que te paguen
con la misma moneda!
9 ¡Dios habrá de bendecir mucho
9 ¡Dios habrá de bendecir
a los que agarren a tus hijos duro
a los que agarren a tus hijos
a los presentes y a los futuros
y los estrellen contra los muros!
cuando los estrellen contra los muros!


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